
POCO QUEDA DE MANOLO
Mi madre es gallega, nos crió en una conserjería en un apartado rincón del centro de Caracas – Venezuela, siempre fue y sigue siendo una mujer muy alegre, pero cuando yo era pequeño mamá “no paraba de cantar”. Recuerdo acompañarla a limpiar las escaleras del edificio donde vivíamos, y exprimiendo el