SIN OFERTAS NUEVAS
Venezuela sumergida en una nueva campaña electoral, en la cual escuchamos 2 ofertas distintas, pero ninguna nueva. Por extraño que a ud le parezca, ni el candidato Henrique Capriles, Ni el ungido de Chávez Don Nicolás (quien pronto exigirá que le llamen Zar) ofrecen al país nada nuevo más que la demagogia populista que desde 1973 hasta la fecha ha derruido la capacidad de producir del país y de los venezolanos.
Esa forma de obtener votos y de mantenerse en el poder que consiste en convertir al electorado en clientes dependientes de las dadivas del Estado. Es comprensible en el caso de Capriles tener que apelar a esto, y siendo presidente no tendría más remedio que mantener por al menos su período esta forma tan ramplona y clientelar de hacer política, por su parte “El Zar Nicolás” sólo puede en su campaña apelar a la unción que “in extremis” le hiciese el hoy “Comandante Supremo” y al odio y el resentimiento contra los (según él) “Burguesitos, Sifrinitos y oligarcas de la derecha corrupta y parasitaria”.
Es aquí donde me detengo a preguntarme ¿Cuál Derecha?; ¿la que suspendió las garantías económicas en 1962 durante el gobierno de Betancourt, imponiendo controles a la economía?, o, ¿la que modificó la ley de hacienda para meter la mano en la caja del Estado durante el primer gobierno de CAP, tal como lo hizo Chávez cuando pidió el millardito?, ¿Cuál Derecha? ¿La que creó la inefable CONACOPRESA (Comisión Nacional de Costos Precios y Salarios) durante el gobierno de Jaime Lusinchi, y que hoy llamamos Ley de Costos y precios justos? ¿A cuál Derecha se refiere “el Zar Nicolás”, si este país desde 1958 hasta la fecha NO HA CONOCIDO un gobierno de derecha?
Es lamentable ver y oír la precariedad académica con la cual juegan con las ideas políticas en nuestro país políticos y opinadores de ambas tendencias, mientras se mantiene a una población alienada con disparates discursivos y ofertas que o engañan o son obligadas. Nadie ofrece “Seriamente” enrumbar el país por la senda de las libertades individuales, donde cada habitante sea dueño de su destino, a través del fruto de su esfuerzo, con un Estado muy limitado en sus funciones pero muy poderoso para cumplirlas, básicamente orientado a Salud, Educación, Seguridad, Infraestructura y Justicia. Con un Estado que no decida todo o casi todo lo inherente a la libertad del individuo.
Si Capriles gana estas nuevas elecciones, podremos con mucho esfuerzo sentar las bases para que en unos 3 lustros los ciudadanos podamos ser verdaderamente libres, por el contrario de ganar “El Zar Nicolás” aumentaran los controles, el Estado se hará todo poderoso, probablemente a la vuelta de 2 años nos digan cuantos hijos podremos tener y cuantos no, seremos cada vez más dependientes del Estado y finalmente desde el miserable hasta el empresario (sin olvidar a los “artistas “) pasaran con la mano extendida por cualquier ministerio esperando “una ayudadita”, así seremos cada día más incapaces de pensar distinto a como el Estado desee.