¿PARA DONDE VA VENEZUELA?
Sería interesante tener una máquina del tiempo para poder viajar al Berlín de 1945 al día siguiente de la rendición Nazi. La imagen más cercana que tengo es la de la película “Der Untergang” (La Caída) película que relata los últimos tres días del tercer Reich; esa ilusión que Hitler predijo duraría mil años. Por sorprendente que parezca en Venezuela surgió un proyecto expansionista similar al de Hitler, sin duda no tan agresivo y virulento en sus formas; pero idéntico en discurso y propósitos. El blanco de ese proyecto no es una raza en particular… el blanco es todo aquel que se oponga. Sin embargo no me dedicaré a hacer similitudes entre ambos proyectos políticos, quiero volver a esa escena de la mencionada película en la cual una de las secretarias privadas de Hitler huye del bunquer donde se encontraba poco antes de que los soviéticos (el ejército rojo) entraran a Berlín arrasando con cuanto encontrara a su paso. En ese momento en la cual esta mujer huía montada en una carreta, veía las caras de sus paisanos… “y esa es la estampa que quiero retratar”. Rostros de personas contrariadas ¿Qué hacen aquí los soviéticos, si el führer nos dijo que estábamos ganando la guerra? ¿Cómo estos poca cosa, han invadido el terreno de nuestra raza pura?… ¿Cuántas preguntas habrán pasado por las mentes de los propietarios de esos rostros contrariados? Al igual que a los alemanes de mediados del siglo XX, los venezolanos de hoy pronto nos enfrentaremos a cientos de contrariedades. Todos sin excepción enfrentaremos nuestras erradas creencias con la realidad, nuestra precaria moral con la aplastante realidad, nuestros miedos más profundos deberán ser superados o nos paralizarán. Venezuela se aproxima a un “Estado de cosas” que sumergirá al país en la peor crisis que jamás haya vivido, las dictaduras más férreas del siglo XX serán un grato recuerdo cuando se conozca la dimensión de la devastación que ha significado el Chavismo para Venezuela. En el punto donde estamos el país NO TIENE la fuerza ni la capacidad para superar la situación solo y sin ayuda. Los miembros del partido de gobierno (Estado, gobierno y partido son tres pero uno… son “la maldita trinidad”) son una clase política corrupta, dogmatica e inescrupulosa; cargada del profundo resentimiento que caracteriza a los comunistas. Por su parte la dirigencia política opositora ¡pase lo que pase! Ha demostrado ser corrupta e incompetente, pero sobre todo carente de ideas; anquilosada en una forma de hacer política obsoleta, incapaz de salir de la declaración, del micrófono… incapaz de asumir riesgos, conforme con ser “el sub campeón” en un partido donde sólo juegan dos. Bajo la lógica opositora (tolerancia, dialogo, evitar enfrentamientos, etc) en las circunstancias que vive el país desde hace al menos diez años; Churchill hubiese entregado Inglaterra a Hitler, Luther King no hubiese marchado en Selma y Gandhi no hubiese marchado al frente de millones de personas a pararse frente a un ejército invasor. Lincoln Hubiese aceptado que el Sur (al margen de la legalidad) se separase de EEUU, ¡y así! Una larga lista de éxitos políticos hubiesen terminado en fracaso y opresión. El panorama de nuestra dirigencia (de cualquier color) es deplorable, sin embargo se mantienen allí soportados por un aparato de propaganda envidiable. La crisis económica golpea el bolsillo de los venezolanos salvajemente y ya todos los que adversamos al gobierno sabemos que somos prisioneros de un “Narco Estado” un Narco Estado que usará el dinero mal habido para sostenerse en el poder tanto tiempo como la sociedad y la clase política opositora se lo permita (así que no espere que la economía derroque al gobierno) La Delincuencia es el negocio más prospero del país y quienes han cursado post grados y doctorados son condenados a atender un mostrador o conducir un taxi por la osadía atreverse a ser competentes. (Deje de leer si hasta este punto ha encontrado una mentira). Venezuela no se aproxima a un acantilado, Venezuela VIENE EN CAÍDA LIBRE desde hace tiempo y no queremos reconocerlo, siempre estamos postergando lo inevitable deseando que un proceso electoral fraudulento nos permita seguir siendo flojos y promiscuos. Esperando que no haya justicia para nadie y que todos sigamos conviviendo en medio de la mediocridad. Lo que viene es aún peor, el gobierno NO TOMARÁ medidas racionales para resolver la crisis económica (les juro por Dios que quiero equivocarme) figuras como “El Bolivar convertible”, el “corralito financiero” o “un periodo especial” serán aplicadas como solución a la pretendida “Guerra Económica”, dicho sea de paso que hay personas (muchas) que de corazón creen en semejante guerra. Ante este tipo de “soluciones” la dirigencia política opositora (tan satisfecha económicamente como los personeros del gobierno) nos pedirá paciencia, cerrar los ojos y caminar sobre brasas ardiendo hacia el próximo proceso electoral, y después de perder… ¡pues solicitaremos un revocatorio! Y así volveremos a marchar con los ojos cerrados y los pies descalzos sobre el fuego hacia un nuevo fraude. Sólo hay algo que puede revertir nuestra situación en el corto plazo, esa solución no se encuentra en el país; esa solución depende de la respuesta del sistema internacional en su conjunto ante las pruebas que sobre Narco Trafico están por presentarse en un tribunal de Nueva York. Del cómo reaccionen los países aliados de Venezuela, del cómo se reaccione el resto de la región, del cómo se desarrollen los “diálogos de paz” entre las FARC y el gobierno Colombiano, del cómo avance el restablecimiento de relaciones entre la Habana y Washington o mejor dicho “del cómo los Castros decidan la capitulación o no de su provincia de Venezuela”, del como se desarrolle la lucha a cuchillos entre las facciones del chavismo que procuraran salvar el pellejo ante la abrumadora evidencia… De esos acontecimientos dependerá el futuro de nosotros En todo caso somos un país invadido por una fuerza extranjera, carente de moral, arruinado económicamente, sin ideas para cambiar, sin coraje para reaccionar, debatido entre sobrevivir al delito o escapar del país, indeciso ante la necesidad de enfrentar la corrupción o buscar un amigo corrupto que nos ponga a vivir de ella. Somos un pais que heredará a nuestros hijos por decadas la profunda verguenza de haber permitido que el Estado fuese manejado por delincuentes; llegando a niveles de degradación superiores a los de la Colombia de los años ochenta. Esta es la aplastante realidad que aún no queremos aceptar, que nos mantiene en nuestra zona de confort, que nos ha mantenido con los ojos cerrado por que abrirlos será espantoso. Lo que viene para Venezuela querámoslo o no es “ABRIR LOS OJOS” lamentablemente ya será demasiado tarde y el panorama que nos tocará ver son los rostros de contrariedad de nuestros compatriotas de todos los colores en medio de las ruinas y la podredumbre que los comunistas dejan por donde pasan… ¡Vaya abriendo sus ojos! Así se irá acostumbrando y el final no será tan grotesco.