
CUANDO NO ESTÉ SU MAJESTAD (esto es un escenario hipotético)
Si viviésemos en un país plenamente libre, podríamos especular acerca de que sucedería si el presidente de la Republica falleciera, para empezar los mecanismos para su sustitución están bien definidos en la constitución. Pero… en nuestro bizarro y apocalíptico país hablar de la muerte del presidente es “motivo de prisión”