El suicidio de occidente
Uno de los pensadores más importantes del siglo XX venezolano fue Carlos Rangel, sin embargo en este mundo de banalidad y en particular en Venezuela; Rangel no es recordado por su obra literaria, quienes lo recuerdan dirán que “era el esposo de Sofía Imber”. Sin duda su prematura partida en el año de 1988, hicieron que pasara al olvido rápidamente siendo hoy recordado sólo en algunos círculos privilegiados. Rangel dejó dos grandes obras para la posteridad “del buen salvaje al buen revolucionario” y “El tercermundismo”, en esta última obra editada en 1982, aborda a la luz de los hechos de la época lo que denominó “El suicidio de Occidente” a casi 25 años de la publicación de esa obra Occidente ejecuta día a día un nuevo ritual de “HaraKiri” incapaz de responder coherentemente a las muy serias amenazas que le asechan.
Para aquel entonces aún nos encontrábamos en plena “guerra fría” las dos potencias de la época se disputaban la supremacía mediante la influencia sobre distintos países del orbe. Sus regiones de influencia eran claras, pero muchísimos países buscaron una forma de mantenerse al margen, a estas naciones ubicadas en un espacio neutral (gris) se le denominó “El tercer mundo”. Constituyen este numeroso grupo de países El Movimiento de Países No Alineados en 1961, entre sus principalísimos objetivos se encuentra “La lucha contra el imperialismo en cualquiera de sus formas”, sin embargo Cuba miembro desde su creación, pasó a someterse al imperialismo soviético. Mencionar a Cuba es señalar un ejemplo cercano (Camboya y Etiopía no pertenecían al tercer mundo). La verdad es que si bien estos países poseían características similares, eran más las diferencias que las semejanzas, estos eran (o son) países que en realidad carecen de autoestima y no creen en su capacidad de desarrollarse dentro del sistema capitalista global, por lo que a su vez son más propensos a desafiliarse del mismo, acusando al capitalismo, al imperialismo y a la dependencia de su pobreza y sus fracasos.
Hasta aquí nos entendemos (eso creo) pero ¿en qué consistió el suicidio de occidente para la época? Pues desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el inicio de los procesos de descolonización en África y Medio Oriente y con la creación de la Organización de las Naciones Unidas, el evidentemente exitoso Occidente Capitalista y primer mundo comenzó a generar TONELADAS de literatura sobre la pobreza y el sub desarrollo, donde occidente se atribuía a sí mismo la responsabilidad del fracaso del “tercer mundo”. Mientras en Venezuela, Perú o Argentina se alzaban políticos de izquierda que satanizaban a los EEUU; desde la ONU, la UNESCO, la OMS y otras organizaciones similares se generaban informes, estudios y estadísticas demostrando la responsabilidad de los países desarrollados en el fracaso de los sub desarrollados. Paradójicamente los países que en mayor o menor grado logran enrumbarse hacia la modernización y el desarrollo, son aquellos que alcanzan a desarrollar un mayor intercambio comercial con los países del primer mundo. NO EXISTIÓ NI EXISTE “tal explotación”, existen gobiernos competentes y gobiernos incompetentes “PUNTO”.
En 1996, un académico norte americano pública “El choque de Civilizaciones”, sin mayor impacto al principio el libro de Samuel P. Huntington se convertiría en “best seller” después del ataque a las torres gemelas en septiembre de 2001. Es allí cuando se comienza a tomar en Serio al fundamentalismo Islámico como una “amenaza”, en particular para los EEUU el cual según Huntington (y evidentemente) es la potencia central de occidente. El mundo y la sensación de seguridad que varios países habían alcanzado una vez derrotada la Unión Soviética, cambiaron drásticamente desde ese 11 de septiembre, son numerosísimos los ataques de esta forma fundamentalista de ver la religión islámica contra quienes ellos llaman “los infieles” (todos aquellos que no profesan el Islam).
Pero Occidente parece estar dispuesto a inmolarse nuevamente ante una amenaza muchísimo más peligrosa que el discurso virulento anti capitalista que signó la segunda mitad del siglo XX. Son los “multiculturalistas” quienes desde sus sesudos análisis del ¿por qué? aparece el fundamentalismo, echan mano nuevamente del imperialismo, la explotación capitalista, una (pretendida por ellos mismo) “supremacía” blanca y hasta las cruzadas del Siglo XII. España (tierra de mis padres) permaneció invadida por los moros durante 800 años y jamás he escuchado a ningún español atribuirle a esa invasión los índices de desempleo o pobreza en España, tampoco he sabido de algún Iman musulmán que haya pedido perdón por esa invasión; de hecho la mayoría de los españoles saben que sus actuales circunstancias son responsabilidad del Gobierno de Rodríguez Zapatero, excepto Pablo Iglesias y su banda de comunistas llamada “Podemos”.
Soy hijo de españoles y por lo tanto occidental e hispano, nací en Venezuela por lo tanto Latino y Venezolano, ni siquiera mis cejas pobladas y mi nariz se las atribuiré a la invasión de los Moros a España, como de igual forma ni usted ni yo debemos sentirnos culpables del fracaso económico o el resentimiento de otras naciones o civilizaciones, de modo que por nuestro futuro, el de nuestros hijos y por el futuro de quienes nos culpan de sus desgracias ¡soltemos la daga! Que sobre el corazón de nuestra civilización estamos empuñando.