EL CICLO Y SU FIN
Los cambios culturales que hoy vemos en nuestras narices, no emergieron subitamente, al contrario, se gestaron a lo largo de la segunda mitad del siglo XX ante nuestros ojos, agazapados en eufemismos como "derechos sociales" "modernidad" "progreso" etc. Todos los vimos, algunos (eso me incluye) lo veíamos con entusiasmo (tiempo pasado) pero la verdad es que muy pocos advirtieron sus efectos nocivos y perniciosos. Hoy cuando queremos reaccionar, parecemos incapaces de hacerlo, los medios de comunicación de toda indole silencian a eso que hoy identificamos como conservadores, paradojicamente lo hacen en nombre de la libertad de expresión. Toda una maquinaria de censura está desplegada y hasta se han creado "ministerios privados de censura" a los que conocemos como "Facts Checkers" (comprobadores de hechos). Vivimos en una distopía que convina al "gran hermano" de Orwell en 1984, con el sometimiento al placer hedonista de Aldous Huxley en "Un Mundo Feliz".
Yo reaccioné a esta realidad hace al menos 15 años, pero recien es que ha tocado así sea tangencialmente a personas a las que amo, personas de mi entorno, gente buena con quienes compartí algo más que el colegio; creo que al igual que yo habrá muchos que no lograron ver la perversión que nos ha ido rodeando hasta que esta les tocó la puerta, hemos permitido que esta subversión cultural avance pensando que no nos tocaría, pero inevitablemente nos tocará a todos. Por eso este artículo se titula "El Ciclo y su fín", y es porque me parece muy apropiado (principalmente para individuos de nuestra generación) rescatar dos mensajes, uno positivo y otro negativo, de la película de Disney "El Rey León" de 1994, y antes de que me brinquen al pescuezo, del Disney de antes, del que aún todos amamos... no del Disney Woke posmoderno.
La película comienza y termina con la misma canción "El Ciclo SIN FIN" al inicio se nos muestra el nacimiento de Simba, el primer hijo y heredero de Mufasa, Rey León que gobierna las estepas de PrideLand, lo hace con justicia y animales de todo tipo van a rendir tributo al heredero. Luego comienzan los problemas derivados de la envidia y el resentimiento de Scar, hermano de Mufasa que con el nacimiento del heredero ve truncadas sus posibilidades de reinar (pero quedemonos en "El ciclo sin fin", no quiero sino limitarme a estos dos mensajes de los cuales apenas hago la introcción del primero).
Los problemas generado por la envidia de Scar, generan la muerte de Mufasa y el exilio de Simba, quien ahora encuentra a dos nuevos amigos (Timón y Pumba) estos son los amigos guay, cheveres, buena onda. Ellos transmiten a Simba una frase que a su vez es una filosofía de vida "Hakuna Matata" que significa "No hay problema" en lengua Suajil. Hakuna Matata es algo más que "no hay problema" es como diría mi compañero de la Armada Ramón Cobo Aguilar "Mala Leche Todo", esto es ver el mundo caerse alrededor y no hacer nada porque no nos toca o no podemos hacer nada, no se trata de la conducta del estoico de identificar que eventos están dentro de tus capacidades y cuales no, hakuna matata, es la total indiferencia ante la vida alrededor, para dedicarse exclusivamente a la felicidad propia.
Bajo esta filosofía, a Simba lo unico que le interesaba era correr por las praderas y conseguir su proxima comida, mientras su tio Scar destruía el reino de su padre Mufasa; la amiga de infancia de Simba (Nala) le encuentra por casualidad, lejos de los confines del reino y le cuenta lo que está ocurriendo, a lo que Simba responde "Hakuna Matata" o "Mala leche todo", no me importa, no me interesa, eso no es mi problema. Con esta actitud el ciclo llega a su fin, Simba no recompondría el orden del reino y no generará prole para una nueva generación en PrideLand.
Así que hasta aquí me quedo por hoy, para no hacerles muy largo el cuento, y en el proximo articulo que titularé "El Ciclo y su fin (II)" les contaré qué tiene que ver el Rey León y Hakuna Matata con nuestro presente en curso y el fin del ciclo.