20 años destruyendo a Venezuela
Mañana 4/02/12, el Presidente de la República “Celebra” con bombos y platillos, la comisión de un delito. Pocos se atreven a recordarle al Presidente lo que en realidad él es; es un delincuente, que usó las armas de la República para atentar contra sus instituciones. Es un delincuente “convicto y confeso” a quien las instituciones contra las cuales el atentó, juzgaron “culpable” y no “inocente”; y sigue siendo delincuente, ya que lo que él llama 4ta República, y los acuerdos políticos tan criticados por nosotros y por él tan condenados, fueron los que LE PERDONARON, el sobreseimiento de una causa NO IMPLICA INOCENCIA, implica perdón, y aceptar ser perdonado implica reconocerse culpable.
Hoy se dan muchas lecturas y muchas explicaciones del ¿por qué? De ese vergonzoso episodio de nuestra historia, pero se deja de lado una de las razones fundamentales. Ni la cuarta, ni la quinta han atendido a una de las instituciones pilares de la estabilidad democrática “Las Fuerzas Armadas”, si… Fuerzas Armadas y no “Fuerza Armada Nacional Bolivariana” como en mala hora ha sido recientemente bautizada.
No es una aseveración de este articulista, basta con voltear la mirada hacia la obra del ya desaparecido Alberto Garrido, para encontrar claras evidencias de que la penetración de los comunistas dentro de las FFAANN, que se inicia con el mismo movimiento subversivo que azotó Venezuela en la década de los sesenta. Aunada a esta maniobra de penetración; el desinterés de los gobiernos que después de Rafael Caldera I, gobernaron en Venezuela; por elevar el nivel y profesionalizar a las FFAANN, formaron un coctel venenoso que dio como resultado el 4F, y que hoy con esa institución bajo la tutela de los subversivos, los conspiradores y algunas aves de rapiña que les acompañan, han puesto en estado de “coma” a una institución que reitero, es pilar fundamental de gobernabilidad y estabilidad republicana.
No es suficiente señalar a los golpistas del 4F como responsables de ese evento, hay que recordar la participación del “Grupo Santa Lucia”, en el patrocinio de los mismos, y además un grupo de “militares cómplices” que pudieron evitarlo y se hicieron la vista gorda, ante la irrevocable evidencia de lo que se avecinaba. Vale la pena preguntarse ¿por qué, el Almirante Daniels Hernandez, no denunció la carta que los Almirantes Cabrera Aguirre y el Almirante Hernan Grubrer Odreman, dirigieron al comité político de COPEI exigiendo la renuncia de CAP en Diciembre de 1991?; ¿Por qué el Comandante General del Ejercito Pedro Rangel Rojas, no actuó para detener la movilización de los golpistas, si el Director de la Academia militar había velado el golpe en la mañana de 3F? ¿Rangel Rojas dejó eso en manos de Ochoa Antich (ministro de la defensa) y fue este quien se cruzó de brazos?.
Estas preguntas las hago, después de al menos 7 años de investigación de campo, en los cuales he entrevistado personalmente a los protagonistas de ese evento (los únicos que no he entrevistado son Hugo Chávez y a Francisco Arias). Las respuestas tendrán que ser reveladas al país más temprano que tarde, ya que si bien es cierto que no podemos construir el futuro pensando en el pasado, también es cierto que ese futuro no puede quedar en manos de quienes destruyeron nuestro presente por sus acciones pasadas.
Hoy es realmente una labor titánica reconstruir las FFAANN, la prolongación del tiempo de servicio para garantizar la permanencia de altos mandos leales al proceso, la “operación aplanadora” que se ha aplicado sobre la estructura piramidal de las FFAANN, con el ascenso al grado de oficiales de Sub Oficiales y Sargentos, acción que pretende de forma demagógica captar leales en esos niveles, la ideologización y adoctrinamiento de al menos las últimas 8 promociones de oficiales, la creación de jugosos negocios en torno a la compra de armas, la creación de un cuerpo de milicias directamente controladas por el primer mandatario, entre otros males; han agudizado las solicitudes de bajas, entre los oficiales institucionales, quienes inermes prefieren exponerse a una vida en el mundo civil donde no es segura la obtención de empleo, antes de convertirse en los cómplices contemporáneos del proceso de sometimiento y desmembramiento de las FFAANN.
El presidente, por otro lado, celebra un golpe de Estado en un país, donde lo único que grita “alerta” y que a la vez “camina”, no es precisamente la espada de Bolívar…No, hambre, miseria, desempleo e inseguridad pululan entre nosotros, también… cierto es, en una sociedad bastante resignada, que después de 13 años aún sigue esperando “algo”, no sé ¿qué?; para darle fin, a un ciclo de 20 años que se originan en la comisión de un hecho punible, que prosiguió con la división del país en clases, que al mejor estilo Leninista colocó a esas clases en terrenos prácticamente irreconciliables, y que hoy se sostiene sobre la resignación de unos, las miserias humanas de otros, y el sometimiento a la esclavitud de grandes masas de personas quienes dependen de las dadivas del Estado para sobrevivir, y que por lo tanto son esclavos y al mismo tiempo clientes del gran leviatán que gobierna Venezuela.
Presidente, ud nombró recientemente a Uslar Pietri, en un acto proselitista cuando afirmó que este le había dicho “la política es como una obra de teatro, el actor debe cuidarse especialmente de su primera aparición y de su salida de la escena”, pues bien; le recuerdo… Todo acto que producto de un hecho ilegal es “nulo de toda nulidad”. Su aparición en escena, y por lo tanto entrada en la vida política del país, es producto de un acto delincuencial, por lo tanto todos los actos que de ud. Emanan desde ese día son “nulos de toda nulidad moral y ética”. Presidente, ud que vive condenando esa fantasía histórica que ud llama 4ta Republica, le recuerdo que su liberación posterior al golpe de Estado, es un acto emanado de esa estructura política retorcida y de cúpulas podridas (según sus propias palabras).
De esta forma, y volviendo a las palabras de Uslar, que ud mismo esgrimió; ya sabe ud, que su entrada en escena es producto del delito y la corrupción, deje ya de legitimar su golpe… mire que aún no está clara su salida del plató.