¡No!, eso no es relativo

¡No!, eso no es relativo

Por desgracia para nuestras sociedades cada vez más idiotizadas con la seductora palabra “progresismo” el ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy será recordado por ser el esposo de la despampanante modelo italiana Carla Bruni y no por haber pronunciado durante su campaña para la presidencia en el año 2007 uno de los mejores discursos que jamás se han pronunciado (pido disculpas a Churchill o a Reagan) ese sí fue un buen discurso, no los de Obama o Michell… ¡No, no, no… que bajo hemos caído! (no nombro a Trump, porque él no da discurso… Él sufre de emesis ) En el discurso Sarkozy critica al “pensamiento único” y a la ideología izquierdista de Mayo del 68. A esta última le reprocha haber destruido las referencias morales en la política, la economía y la educación. El entonces candidato de la derecha francesa proponía un nuevo concepto de ciudadanía que equilibre los derechos con los deberes, y llama a reconquistar ideas como nación, autoridad e identidad.

Ese discurso fue un bálsamo para quienes creemos que progresar no es sucumbir ante el pensamiento único de la los “intelectualoides” arrogantes que hablan de tolerancia irrespetando a quienes no pensamos como ellos; para ellos “tolerancia” es redefinir TODO, para complacer algunas minoría que aspiran ganar respeto imponiendo su cosmovisión del mundo a la mayoría. Son los herederos del mayo francés cuya consigna era “vivir sin obligación y gozar sin trabas”. Precisamente el vivir sin obligaciones llevó a la ruina a un país rico en recursos y pobre en convicciones como mi natal Venezuela. Aquí todos (unos más otro menos) quisimos “gozar sin trabas” creyendo que esa ilusión económica proveniente del “excremento del diablo” (así llamó Pérez Alfonso al petróleo) podía darnos de comer a todos sin esforzarnos mucho para ganarnos las cosas. Tanto nos afectó la ilusión petrolera, que hoy hablo con compatriotas residenciados en la ciudad de Doral y les escucho con dolor decir “esto no es los Estados Unidos… Esto es los Esclavos Unidos… aquí hay que trabajar mucho” ¡Claro! Hay que trabajar mucho, el trabajo no solo te dignifica, el trabajo es además la garantía de tu libertad, libertad que proviene de que seas el propietario de tu esfuerzo. Nadie es propietario de lo que recibe sin sudarlo.

Son además los creadores del relativismo intelectual y moral, siendo el peor de estos el relativismo moral. Nos hicieron creer que lo bueno no era en realidad tan bueno y que lo malo podía ser mejor de lo que se nos había enseñado. De modo que el alumno ignorante de lo que va a aprender podía enseñarle al maestro, las calificaciones no son necesarias ya que pueden generar traumas o complejos entre los estudiantes. Dueños de relativizar casi todo lo que les ata a la moralidad han inventado mil sufijos para la palabra familia, para así justificar todo lo que en efecto no lo es, ya casi todos olvidamos lo que en nuestra edad temprana nos enseñaron en la escuela “la familia es la célula fundamental de la sociedad”… ¿Cómo sorprendernos del caos que nos rodea? ¿Qué hay de sorprendente en los robos, las estafas, los asesinatos? ¿No hemos sido nosotros quienes hemos roto la familia y ahuyentado la moral de nuestros hogares? Esas corporaciones que se presentan como “planificadoras de la familia” no lo hacen en realidad, practicarle un aborto a una adolescente NO ES planificación familiar porque sencillamente NO HAY una familia constituida en una adolescente que queda embarazada ¡NO HAY FAMILIA! ¿Si me explico? Si (por ejemplo) a usted se le ocurre afirmar “Los EEUU, han perdido en los últimos años su poder en el mundo” uno de estos intelectualoides progres, relativistas le responderán inmediatamente “eso es relativo… la verdad es que hemos puesto fin a la guerra fría y hemos reducido la amenaza nuclear” lo peor es que además del relativista con ínfulas de intelectual, le dará la misma respuesta el ignaro (el que aún no sabe de qué estoy hablando) y repetirá como perico la versión del “intelectual” que escuchó en la radio o vio en el televisor.

¡NO! Eso no es relativo, la verdad no es relativa, la moral tampoco, la familia mucho menos. Sin embargo una inmensa mayoría de personas de bien que con recta intención profesamos el credo de la moral objetiva, nos vemos a diario bombardeados por la propaganda que nos empuja a aceptar el relativismo como “la moda”, tememos enfrentarnos a la barbarie moral e intelectual por creer que estamos pasados de moda o ser minoría. Les tengo buenas noticias ¡Ni estamos pasados de moda, ni somos minoría! Simplemente no necesitamos hacerle propaganda a la verdad, porque la verdad es evidente, NO ES RELATIVA; pero nos acorralan con la divulgación de mentiras. Somos una legión, los que con honestidad intelectual y de corazón hemos de rescatar nuestra comunidad de quienes por poderosos que sean pretendan relativizar la verdad. Yo por mi parte, recordaré a Sarkozy por este maravilloso discurso, y también por su encantadora esposa.