MENTIRAS, MITOS Y LEYENDAS

MENTIRAS, MITOS Y LEYENDAS

La historia política de Venezuela está repleta de toda clase de cuentos, que de no haber sido protagonizadas por seres humanos hoy llamaríamos fábulas; si bien estas son producto de la imaginación y usualmente se usan para transmitir algún tipo de conocimiento a niños, la fábula tiene su componente de mentira; sin embargo esas son mentiras sanas, incapaces de dañar o deformar. No así los mitos y las leyendas más cuando estas se hacen sobre figuras políticas. Todas son Mentiras, todas deforman y tuercen el destino de una nación y lo que es peor aún la capacidad de sus ciudadanos para tomar decisiones correctas en momentos que la historia lo demande.            

Ambos, mitos y leyendas hacen referencia a personajes entre lo humano y lo divino, lo terrenal y lo sobre natural; disfrutamos de estos relatos cuando son de carácter literario, pero ¿Cómo seguir creyendo los mitos y leyendas de nuestra historia política contemporánea? ¿Hasta cuándo seguir engañándonos? ¿Cuándo retomar el camino de la prosperidad? ¿Acaso alguna vez fuimos prósperos en realidad? Con el ánimo de quien coloca un prisma al sol, sólo para demostrar que la luz no es blanca por ser blanca, sino porque tiene muchos colores; hagamos un repaso de alguno mitos y leyendas que “no son verdad” para no vernos en la antipática situación de decir que son mentira. Ahora que vemos llegar al demonio, que tantas veces hemos llamado; ahora que cada vez son menos los espacios… Tal vez, sea hora de mirar nuestro pasado de otra forma para asumir nuestra responsabilidad en el presente y encarar de otra manera el futuro.            

Es un mito que las “sólidas instituciones venezolanas” enjuiciaron y destituyeron al Presidente Carlos Andrés Pérez en su segundo mandato ¡FALSO!; Escovar Salom guardaba una vieja factura contra CAP y acción Democrática no estaba dispuesta a perder privilegios ante la incipiente tecnocracia que asumía el reto de convertir a Venezuela en un país moderno y de avanzada. Aún se escuchan las voces de esos políticos procedentes del precámbrico incapaces de ver más allá de sus propios intereses decir: ¡Es que CAP no entendió que no podía hacer eso! Son los mismo por cierto que repiten hasta la saciedad que el 27 de Febrero de 1989, fue un hecho espontaneo donde un pueblo “Hambriento” salió a reclamar sus derechos ¡FALSO! Ese día los sectores más reaccionarios de la izquierda venezolana (la que no pudo gobernar y que gobierna ahora) organizaron inteligentemente pequeños focos de desorden en algunas ciudades que posteriormente se propagarían por el país.            

Es un exabrupto haber justificado esos saqueos y pretender educar a un pueblo, Carlos Andrés Pérez que en su primer gobierno dejó endeudada a Venezuela, había tomado conciencia de la necesidad de “El gran viraje” pero dar ese giro significaba romper con una tradición que el “establishment” no estaba dispuesta a abandonar. Otro de los grandes mito de nuestra historia reciente es que “Chávez arrasó con los partidos tradicionales” fue Rafael Caldera quien en 1993 con su “Chiripero” (y recordemos que las chiripas son las indeseables) rompió el bipartidismo reinante, bipartidismo que por cierto no es malo… lo que ocurría es que los dos partidos de ese juego eran muy malos. ¿Preguntémosle a españoles o a los norteamericanos si el sistema bipartidista les ha funcionado mal? Más cerca está Colombia, pero su tradición bipartidista fue diluida por el Partido de la U recientemente. De modo que ese es otro gran mito de nuestra política “Había que romper el bipartidismo” ¡No! Lo que había que hacer era renovar los partidos.            

No seguiré hablando de la 4ta, sólo hice algunas referencias para poder seguir hablando de las mentiras (perdón) mitos más recientes. “Chávez fue un líder continental” ¡FALSO! Chávez fue un líder que usó la chequera del petróleo venezolano para hacer lo que le vino en gana no sólo en el continente, sino en el mundo entero, con tal despilfarro de dinero “cualquiera es un líder planetario”. Así como Chávez no fue el pretendido líder… Tampoco lo es Capriles; bajen a Henrique Capriles de la tarima, quítenle las pantallas led a sus espaldas y apaguen la música; y conseguirán a un hombre incapaz de hilvanar al menos tres ideas coherentes en un mismo día. ¡NO! No soy rudo en lo absoluto, con quien fuese el líder de la “oposición” hasta hace poco.

Capriles ha llegado a decir que hay fraude electoral para después mandarnos a “poner salsa” (frase que por cierto debe pasar a la historia de la infamia política del país) Capriles dice – ¡de yo haber ganado, no hubiese devaluado!- y uno se pregunta ¿Qué clase de bolsas creen que somos? Seguramente también nos dirá que no hubiese aumentado la gasolina; y aquí llegamos a otros dos mitos de nuestra política. El primero “En Venezuela no se puede aumentar la gasolina, porque somos un país petrolero y el precio de la gasolina es un privilegio” El segundo “No es necesario devaluar el bolívar” Ambos son tan falsos como un musulmán orando en el muro de las lamentaciones o un judío peregrinando a la mezquita. ¡Claro que hay que aumentar la gasolina y claro que hay que devaluar cualquier moneda que se encuentre sobrevaluada y que impida el libre ejercicio del comercio y el sano desarrollo del mercado!            

Tampoco es verdad que la Mesa de la Unidad Democrática se opone a este gobierno, de oponerse hubiesen hace tiempo exigido el desmontaje del control cambiario en lugar de rogarle a CADIVI que diera más dólares y más rápido; y ese ejemplo por hacer referencia al anterior, ya que son varios los señalamientos que podemos hacer más allá de lo económico.            

Es un mito que en 2005 “fue un error no haber asistido a las elecciones parlamentarias” ¡FALSO! El error fue haber asistido a las presidenciales de 2006 en peores condiciones que las establecidas en 2005 para las parlamentarias y haber acatado mansamente las leyes que de esa Asamblea de 2005 fueron emanadas ¿acaso no decíamos que esa Asamblea era ilegitima?. Nadie en su sano juicio puede afirmar que la presencia de parlamentarios de oposición en la Asamblea Nacional a partir de 2010 ha tenido efectos prácticos y tangibles en materia legislativa o peor aún en cambiar de alguna forma la correlación de poderes en el país. ! Es más! ¿Qué hace un parlamentario opositor en la AN si el ejecútese a las leyes que promulgue se lo dará el “ilegitimo”?       

Es una leyenda aquella que reza que “no podemos perder espacios” ya que cada espacio que se gana legitima al régimen, es un espacio ganado para algún político desempleado y una sabana perdida para los ciudadanos. Pero ¡NO! Nuestros políticos son demasiado cortos o canallas para decirte la verdad y para inspirarte a realizar sacrificios con ellos a la cabeza como ejemplo de honestidad y por sobre todas las cosas con ejemplos de RECTITUD DE INTENCIÓN.            

Para ir finalizando… Es un mito que el gobierno Chavista cambió todo… ESA ES LA MAYOR DE LAS MENTIRAS. El Gobierno Chavista es el peor gobierno de la 4ta República (léase 4ta República del diccionario revolucionario) Todos los peores vicios de ese período histórico fueron replicados y exponenciados por el chavismo; por lo tanto lo que son es MAS DE LO MISMO. Pero ¡NO! Nuestros políticos serán incapaces de arrojar una sola pedrada a los tótems por ellos erigidos en el altar de la “Democracia Venezolana” no lo hacen porque eso significaría asumir responsabilidades, eso significaría reconocer errores y eso NO LO VAN A HACER.            

Ahora si para terminar ES UN MITO QUE EN VENEZUELA VIVIMOS EN DEMOCRACIA, tampoco es una dictadura militar, ¡NO! Esto es una TIRANIA COMUNISTA, actúa al margen de la ley y coarta, priva y reduce las libertades individuales desde las económicas hasta las políticas; pasando por las más elementales como el libre tránsito o el derecho a la recreación. Para tus libertades económicas te redujo a “esperar tu cupo”, para la libertad de expresión dejó de importar papel y para que no transites o disfrutes de tu país se vale del hampa. Para todo ha logrado establecer un mecanismo sofisticado interpuesto entre su acción y tu libertad, pero somos incapaces de enfrentarlos (controles, hampa, colas, etc.) por comodidad o por miedo; o porque simplemente nos gusta llamar a los presos “privados de libertad” y a las mentiras “mitos”